sábado, noviembre 13, 2010

¡¡¡AHORA SÍ QUE LA HEMOS JODIDO!!!

El mundo de hoy en día, ¡qué jaleo!
... Las stock options, las lapidaciones y los piratas en el Golfo Pérsico, y en Cataluña los mosquitos-tigre, y el cólera en Haití, y el precio del tabaco, y Ratzinger y Putin, y el mar sin tiburones...
Todo eso lo entendía aunque no me gustaba; pero me lo callaba y, en fin, me resignaba, y mis mocos sorbía...
pero hoy, ¡Ha sido horrible! ¡Murió Carlos Edmundo!
Pero... ¿no estaba muerto?
Yo creía que sí. Qué sé yo: echaba cuentas y le hacía difunto, y todo me encajaba: privado de él, el mundo se había vuelto loco, y así nos iba a todos: de culo y contra el viento. Pero si estaba vivo, si su npresencia hermosa pesaba en el platillo de la Total balanza que pesa la existencia, y hacía contrapeso a tantas salvajadas, y al asco le quitaba su torpe señorío, y asaba la sosera al rescoldo de un verso, y llevaba un sombrero como tres vaticanos, y de golpe no está... ¿qué va a ser de nosotros ahora que se ha ido?
Él, que para pedirnos callaos y escuchad el viento del desierto nos miraba de lado y en susurros decía:
Dame algo más que silencio o dulzura
Algo que tengas y no sepas
No quiero regalos exquisitos
Dame una piedra .
Él que cada vez que contraía matrimonio perdía la sesera y se casaba de una vez con todas, y se decía cada vez que iba al servicio sin confundirse con la letanía:

Ella es mi escarabajo sagrado
Ella es mi cripta de amatista
Ella es mi ciudadela lacustre
Ella es mi palomar de silencio
Ella es mi tapia de jazmines
Ella es mi langosta de oro
Ella es mi kiosko de música
Ella es mi lecho de malaquita
Ella es mi medusa dorada
Ella es mi caracol de seda
Ella es mi cuarto de ranúnculos
Ella es mi topacio amarillo
ella es mi Anadiómena marina
Ella es mi Ageronia atlantis
Ella es mi puerta de oricalco
Ella es mi palanquín de hojas
Ella es mi postre de ciruelas
Ella es mi pentagrama de sangre
Ella es mi oráculo de besos
Ella es mi estrella boreal.
Él, que sufría lo indecible la tentación de transformarse en serio y como medicina se atizaba cada soneto de dos mil quilates, y engolando la voz y la postura, hasta el fotomatón se transportaba, echaba un duro, se ponía serio y se sacaba la lengua cuatro veces:
He vuelto ahora sin saber por qué
a estar triste más triste que un tintero
Triste no soy o si lo soy no sé
la maldita razón porque no quiero
He vuelto ahora sin saber por qué
a estar triste en las calles de mi raza
He vuelto a estar más triste que un quinqué
más triste que una taza

Estoy sentado ahora en un café
y mi alma late late
de sed de no sé qué
tal vez de chocolate

No quiero esta tristeza medular
que nos da un golpe traidor en una tarde
Pide cerveza y basta de pensar
El cerebro está oscuro cuando arde.
Ël, en fin, tonto como el payaso de león felipe, hambriento de leche y miel como el pastor de garcilaso, meditabundo como rosalía, impertinente como samaniego, seriol muy serio, como valle inclán, arrebatado como un primo mío, ascensorista de mi cementerio, luz de pastel, víbora contenta, muro que sonríe, bobo enamorado, verbo divino, tierno huesecillo, pájara pinta, Carlos edmundo De ory, maestro, voz que me calma, modesto amigo, ¿donde iremos a parar si se apaga valderrama http://www.youtube.com/watch?v=TgF7245Xl2Q ?

Cuando estos labios míos pegados a la luna
dejen ya de ser poma voz de arena y misterio
bailaré como un ángel sabe solo bailar
¿Qué hago aquí tanto tiempo? Gran deshollinador
Sobre esta luz dorada del día que lamento
¿A quién debo ofrecer el manto de mis llantos?
¿A quién la lamedura que me lacra la voz?
Dolor cuando tú pisas los párpados del hombre
Extraño corazón con una espada en medio
Nadie sabe decir por qué vuelan los pájaros
muy por encima de nuestra frente mortal
Alguien puede mirarme Yo le enseño mis dedos
Diez dedos ¿por qué diez? Manos son dos
Una escribe una carta a un niño triste
La otra mano espera siempre espera
El pecho que respira y sangra es
el futuro tambor del topo abajo
¿Qué hago yo aquí más tiempo me pregunto
borracho de salud y borracho de muerte?

No hay comentarios: